La VMC (Ventilación Mecánica Controlada) es un sistema de ventilación utilizado en los edificios para garantizar un adecuado recambio del aire.

Este sistema controla y regula el flujo de aire dentro del edificio, expulsando el aire viciado e introduciendo aire fresco del exterior. La VMC mejora la calidad del aire, reduce la acumulación de humedad, olores, contaminantes y agentes alérgenos. Puede ser utilizada tanto en entornos residenciales como comerciales, contribuyendo a crear un ambiente sano y confortable. La VMC está compuesta por ventiladores y conductos que regulan el flujo de aire, y puede ser de tipo de flujo simple o de flujo doble.

La VMC regula el flujo de aire según las necesidades del edificio y de los ocupantes, y puede estar equipada con sensores para monitorear la calidad del aire y regular automáticamente el flujo. Algunos sistemas de VMC también pueden recuperar el calor del aire expulsado para precalentar o preenfriar el aire fresco. Las ventajas de la VMC incluyen la mejora de la calidad del aire interior, la reducción de la humedad y la dispersión de olores y contaminantes. Además, contribuye a reducir la condensación en las ventanas y a mejorar la eficiencia energética del edificio. El mantenimiento regular de la VMC es importante para garantizar su correcto funcionamiento.

Aquí hay algunos puntos clave a tener en cuenta:

  • Funcionamiento de la VMC: La VMC utiliza ventiladores y conductos para regular el flujo de aire dentro de los edificios. El aire viciado se expulsa de las áreas húmedas, como baños y cocinas, mientras que el aire fresco se introduce a través de tomas de aire en las habitaciones principales.
  • Tipos de VMC: Existen diferentes tipos de VMC, incluyendo la VMC de flujo simple y la VMC de flujo doble. La VMC de flujo simple solo expulsa el aire viciado e introduce aire fresco, mientras que la VMC de flujo doble utiliza dos flujos separados para expulsar el aire viciado y traer aire fresco del exterior.
  • Control del flujo de aire: La VMC regula el flujo de aire según las necesidades del edificio y de los ocupantes. Puede estar equipada con sensores para monitorear la calidad del aire, la temperatura y la humedad, de modo que pueda regular automáticamente el flujo de aire según los niveles deseados.
  • Recuperación del calor: Algunos sistemas de VMC pueden estar conectados a un sistema de recuperación de calor. Esto permite precalentar o preenfriar el aire fresco utilizando el calor del aire expulsado, contribuyendo a mejorar la eficiencia energética del edificio.
  • Ventajas de la VMC: La VMC ofrece varias ventajas, incluyendo la mejora de la calidad del aire interior, la reducción de la humedad y la dispersión de olores y contaminantes. Además, ayuda a reducir la condensación en las ventanas y a mejorar la eficiencia energética, ya que reduce la necesidad de abrir las ventanas para ventilar.
  • Mantenimiento de la VMC: Para garantizar un funcionamiento óptimo, la VMC requiere un mantenimiento regular. Esto incluye la limpieza de los filtros y los conductos, así como la verificación del correcto funcionamiento de los ventiladores y los sensores.

La VMC es particularmente importante en edificios bien aislados y de bajo consumo energético, así como en espacios habitacionales recientemente saneados de problemas de humedad en las paredes y casas poco habitadas, insuficientemente ventiladas, donde el aire podría quedar atrapado y provocar problemas de humedad, moho, condensaciones y mala calidad del aire. La VMC ayuda a garantizar un ambiente interior saludable y confortable, contribuyendo al bienestar de los ocupantes y a la reducción de los riesgos para la salud.

En conclusión, la VMC es un sistema que contribuye a garantizar un ambiente sano, confortable y energéticamente eficiente en los edificios.

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